lunes, 6 de diciembre de 2010

HISTORIA DEL ARTE


El Arte según Platón y Aristóteles.






El Arte según Platón

“Para Platón el arte es la Forma de una imitación y la educación es su función”
Para Platón el arte es una imitación, el artista copia lo que percibe que a la vez es una imitación de la Forma verdadera. De manera que un artista está alejado dos veces de la Verdad.
Platón valoraba las obras artísticas del hombre, como las pinturas y las esculturas, pero su interés por la Verdad lo llevaba a menospreciar el trabajo artístico.
En lo que se refiere a la pintura señalaba que un pintor se limita a ver nada más que lo que percibe desde un solo punto de vista, el de él, que está lejos de lo Verdadero.
Con respecto a la música, nos dice que produce solamente una sensación física de goce , considerando que sólo se puede considerar como buena música a la que imita el bien, porque también en la música hay que buscar la Verdad y no quedarse solo con lo que la sensibilidad disfruta.
Por lo tanto, tanto la música como la pintura son copias de la Forma siempre que sean reproducidas de la mejor manera posible.
A pesar de este concepto sobre el arte, Platón veía con buenos ojos que el Estado diera lugar al arte no solo para educar sino también para el sano esparcimiento.
Un buen crítico sería, para este filósofo, aquel que tiene conocimiento de la Verdad para poder evaluar con justicia si esa imitación es fiel a ella, más que prestar atención a la calidad de su ejecución, o a los sonidos.
Una obra artística revela la imaginación creadora de un artista, en cuanto a que es imitación de la Verdad, para conmover emocionalmente al público.
En este sentido afirmaba que hay que tener cuidado porque las emociones del hombre pueden ser beneficiosas pero también dañinas.
Esta concepción de Platón sobre el carácter imitativo del arte, evoca los dichos de Mozart, quien afirmaba no tener la necesidad de hacer ningún esfuerzo para crear su música porque podía captar la totalidad de la obra, en un solo instante como si en su momento creativo estuviera fuera del tiempo.
Beethoven era sordo, discapacidad que a un compositor, se puede suponer, debería inhabilitarlo para crear música, sin embargo, sin poder escuchar absolutamente nada, pudo componer sus mejores obras. Decía que las escuchaba en su mente.
Sin embargo, Platón reconocía que el arte ocupaba un lugar singular en la actividad del hombre que según su punto de vista no se tenía que reducir a la contemplación estética sino que debería estar al servicio de la educación y la moral.
Platón no acepta de ningún modo la opinión de la gente común de que el objetivo del arte sea proporcionar placer, sin por eso querer desdeñar complacerse con la satisfacción que produce.
En el estado ideal Platón propone un estricto control y una censura rigurosa del arte en cuanto se refiere a las expresiones que no tengan en cuenta los valores morales.
Si el arte no es fiel reflejo de la Forma verdadera para Platón no vale nada porque no sirve a los efectos de la educación.
De esta manera define el arte Platón, como una simple imitación de la Verdad cuando es bueno y como una doble imitación, cuando copia la realidad que el artista percibe, que a su vez Platón considera que es una copia de la Forma verdadera.
El arte como imitación según Aristóteles (384-322 a.C)

Según Aristóteles sólo hay un mundo verdadero: La existencia conjunta de las formas (ideas) con la materia (cosas).

Existen tres clases de pensamiento:
•Conocimiento                                                                                                                                                     • Acción (praxis)
• Realización,  un tipo de realización es la imitación.

La imitación la divide en dos vertientes: el arte de imitar apariencias visuales, a través del color o el dibujo; y el arte de la poesía que es la imitación de la acción humana, a través del ritmo, la armonía, el equilibrio; estas reproducciones por imitación se ven reflejadas en:
• Epopeyas
• Tragedias:
– El placer de la belleza: es una disposición natural, es un orden entre las partes, es una unidad.
Entre más perfección, más placer.
– Lo universal: existen las verdades psicológicas generales. Si se logra una coherencia y
concentración entre el argumento y estas verdades, se inspira una teoría del arte.
– La catarsis de las emociones; ayuda al hombre a ser racional, purifica.
• Comedia

El Arte según Aristóteles


Aristóteles explica una de las virtudes dianoéticas: el arte, la capacidad de saber hacer o producir de manera racional.
Para Aristóteles, una virtud es un hábito o modo de ser por el cual el hombre se hace bueno y ejecuta bien la función que le es propia. A su vez, divide a las virtudes en dos grupos: las éticas, que se refieren a la correcta satisfacción de los placeres, a la relación con los demás y a la formación de nuestro carácter; y las dianoéticas, aquéllas exclusivamente humanas, que tienen que ver con el alma intelectiva (la que hace único al ser humano de los demás seres vivos) y corresponden al buen empeño de la parte racional del alma. Éstas son cinco: la ciencia, la sabiduría, la inteligencia intuitiva, la prudencia y el arte.
En el texto, Aristóteles establece una diferencia entre lo contingente (“lo que puede ser de otra manera”) y lo necesario (lo universal, que no puede ser de otra manera). Entre lo que es contingente diferencia el objeto producido y la acción que lo produce. La producción es objeto del arte y un modo de ser (virtud) racional productivo, es decir, a través del arte siempre se produce algo; mientras que la acción es objeto de la prudencia y otro modo de ser (también virtud) racional práctico, ya que te ayuda en tu vida diaria. Pero la definición de arte se completa de esta manera: “modo de ser productivo acompañado de razón verdadera”. Lo que viene a decir Aristóteles con esto es que todo el mundo produce, pero no todos tienen arte y aquí es donde se puede apreciar su visión teleológica de la Naturaleza: todo en ella tiende a la perfección; algo producido con arte, es algo perfecto. Esta visión teleológica de la Naturaleza tiene otra visión teleológica paralela, la del ser humano, cuyo fin es alcanzar el Bien Supremo, es decir, la Felicidad. Aristóteles dice que el hombre que produzca algo con arte, será feliz, pero no del todo, ya que para alcanzar la completa Felicidad tendrá que haber desarrollado plenamente todas sus facultades intelectuales.  Esta Ética de Aristóteles basada en las virtudes se relaciona con su Teoría del conocimiento por medio de los saberes. Aristóteles dice que todos los hombres (por naturaleza) desean saber, y el punto de partida de este saber es la ignorancia (aquí coincide con Platón). Distingue tres tipos de saber: el técnico, el práctico y el teórico. El saber teórico es especulativo, contemplativo, que no tiene ningún fin ni utilidad, pero su objetivo es conocer la realidad y sus causas. Este saber se relaciona con las virtudes dianoéticas de la ciencia, la sabiduría y la inteligencia intuitiva, y sus ramas son la Física, la Metafísica, las Matemáticas y la Teología. El saber práctico es el destinado a orientar y guiar la acción humana, está relacionado con la prudencia y sus ramas son la Ética, la Política y la Economía. Por último, el saber técnico o productivo tiene como fin la producción de ‘algo’, está relacionado con el arte y sus ramas son la Arquitectura, la Poesía y la Retórica.
Por último, Aristóteles concluye el texto diciendo que “el arte es un modo de ser (virtud) productivo (dedicado a la producción de algo) acompañado de razón verdadera (aquello que se produce conforme a un determinado método); y por el contrario, “la falta de arte es también un modo de ser productivo pero acompañado de razón falsa”.

El arte como apariencia según Platón (427-347 a.C)

Platón afirmaba que existen dos mundos: el mundo de las ideas (lo cognoscible; la realidad) y el mundo de las cosas (lo sensible; participa las ideas) estos dos mundos forman parte del proceso humano para conocer la realidad. Según él; lo perfecto son las ideas, las imágenes inalterables de la materia; la materia es imperfecta y cambiante.

¿Dónde encaja el arte? La apariencia es el parámetro en el que se basa la existencia del arte. El arte es una destreza, una habilidad. Una obra de arte es una representación de cosas, de elementos que existen por sí mismos.

Es así como se dan tres tipos de obras:
• La que existe en la naturaleza (esencia) desde los inicios del mundo, la creada por Dios.
• La supuesta creación (representación genuina), la que hace el ser humano.
• Imitación (mimesis) de imágenes (representación aparente), la realizada por el artista; según Platón se imita para crear emociones pero no se cuestiona si las imágenes plasmadas hacen sentir lo que dicen sentir. El imitador no entiende nada de SER, sino de apariencia.

¿Y la belleza?
En el arte se puede determinar ciertos grados de belleza, para esto se debe:
• Dominar la técnica
• Buen uso de los materiales
• Uso correcto del lenguaje.

La medida y la proporción constituyen belleza y excelencia. La belleza es subjetiva, depende de los sentidos.

Según Platón: "El arte influye en el carácter y en la conducta, el arte nos hace vivir lo que su autor plasma, somos capaces de sentir odio, rencor; es pues un riesgo; pues el autor plasma toda clase de sentimientos, no sólo los más elevados y puros."

EL MITO DE LA CAVERNA


El mundo sensible. Los hombres se encontraban encadenados mirando las sombras proyectadas de las cosas en la pared de una cueva incapaces de volver la vista.
Del mismo modo nos encontramos en este mundo mirando las sombras de las ideas, incapaces de dirigirnos directamente a las ideas prescindiendo de todo lo sensible.

En el Libro VII de la República, Platón nos presenta el mito de la caverna. El mito de la caverna describe a unos hombres que desde niños fueron encadenados para vivir en el fondo de una cueva, dando sus espaldas a la entrada de la cueva. Atados de cara a la pared, su visión está limitada y por lo tanto lo único que ven es la pared de la caverna sobre la que se reflejan modelos o estatuas de animales y objetos que pasan delante de una gran hoguera. Con la ayuda de un hombre superior uno de los hombres huye, el camino a la salida es difícil pero finalmente sale a la luz del día, la luz lo deslumbraba, le producía ceguera momentánea y dolor, esperó a que fuera de noche para irse acostumbrando a la tenue luz que reflejaba la luna, luego la luz del día al amanecer y, finalmente pudo adaptarse a la luz del sol. Entonces se dio cuenta, de que había vivido engañado toda su vida, con las imágenes reflejadas en el fondo de la cueva, regresa a la caverna diciendo que las únicas cosas que han visto hasta ese momento son sombras y apariencias y que el mundo real les espera en el exterior, le toman por loco y se resignan a creer en otra realidad, ellos solamente creen en la realidad de las sombras que se reflejan en el fondo de la caverna.
Platón a través del mito de la caverna nos intenta construir un modelo explicativo de la condición humana: Platón explica "el mundo de las ideas" y cómo se puede llegar a él, para comprobar que todo lo que veían solo era un reflejo de la verdadera realidad. El mundo de sombras de la caverna simboliza para Platón el mundo físico de las apariencias, es decir el mundo sensible, en el mundo sensible captaríamos únicamente, las sombras de la verdadera y perfecta realidad, que esta en otro mundo, invisible a nuestra percepción sensible y dominado por el devenir. La escapada al exterior de la caverna simboliza la transición hacia el mundo real, el acceso de a un nivel superior de conocimiento, el acceso a este nivel de conocimiento viene acompañado por un camino difícil, conseguir llegar a este mundo real (verdad) es difícil ya que representa el paso de lo sensible a lo inteligible. El exterior es el mundo del pensamiento, el mundo de las Ideas; el fuego (hoguera) representa la Idea más perfecta, que es el bien, la cual tendrá primacía absoluta sobre todas las ideas. Los prisioneros simbolizan el alma prisionera en el mundo sensible y las cadenas, el cuerpo. El individuo que consigue escapar representa la figura del filósofo, que tiene la intuición de las Ideas, y cuya enseñanza del mundo superior es despreciada por los hombres. En el mito de la caverna Platón establece una concepción dualista, la realidad material o sensible es tan solo un mundo imperfecto, y efímero; y que el autentico ser, el mundo inteligible (de las ideas) es lo más valioso y perfecto, eterno e inmutable, solo y solo es captado por los filósofos.


Es todo una imagen.
Las metáforas que se refieren al acto de ver deben ser traducidas y comprendidas como refiriéndose a las operaciones y objetos del conocimiento.
El conocimiento es distinguir las distintas formas de conocer. Se trata también de distinguir la educación.
La educación no es un paso continuo y calmado, sino que comporta una violencia, momentos de perturbación y crisis.
En principio está hablando del estado inicial del alma desprovista de educación. Cuando se sale de la caverna es cuando se sale de la ignorancia. Luego la vuelta a la caverna y sus consecuencias. Dos tiempos
1º tiempo: estar en la caverna y salida
2º tiempo: vuelta a la caverna

Dentro de la caverna hay alturas diferentes:
Estado inicial estado de la ignorancia.
¿Qué encadena a los prisioneros? ¿Qué les mantiene en el astado pasivo y de patología de la ilusión?
Su propia ignorancia, sus pasiones, sus miedos, sus prejuicios. La ignorancia es una enfermedad y su consecuencia es nuestra común condición. La ignorancia es algo por lo que todo el mundo pasa de niños, pero no es algo natural, pues se puede salir de ella. (Algo natural es el comer, nadie puede pasar sin comer) Es un estadio propio del conjunto de la comunidad no de una persona aislada.
“La ciencia” de dentro de la caverna consiste en distinguir una sombra de otra y el saber cuando va a pasar cada forma. Prever la sombra a la que le toca pasar. A este estadio se la llama EIKASIA = ilusión; creer que es real y no ser real. La Eikasia es el primer estadio del conocimiento.
Los prisioneros conocen los objetos de forma privada y no llegan a ver las formas reales. Una sombra no tiene color, peso ni volumen. No conocen las propiedades físicas ni químicas. Lo que molesta o produce miedo no se quiere. Las opiniones de los prisioneros están impregnadas por deseos, temores y necesidades. Es un conocimiento subjetivo pero común a todo el mundo. Todos accedemos a una visión deformada de la realidad. Los objetos fabricados son copias de la realidad.
Quiénes proyectan las sombras son “farsantes prestigiosos” que saber que la realidad de los prisioneros es lo que ellos proyectan. En el diálogo de los sofistas Platón dice que persuaden a la gente de valores de pensar.
Todas aquellas personas que producen una interpretación de la realidad y es aceptada por la mayoría de los miembros de la sociedad. Esa interpretación la dan como la realidad. En toda sociedad hay una interpretación de la realidad y forma parte de nuestro comportamiento.
Los objetos fabricados representan la realidad convencional, interpretada, evaluada por algunos se puede establecer una manipulación.
Los prisioneros no se pueden ver a sí mismos con lo que no pueden alcanzar la realidad. Viven en un mundo de apariencias. La imagen de las cosas y si mismo, es falsa y además esta transguiversada. Juzgan real lo que pueden percibir, y lo que es pensado y no percibido les parece irreal. Confunden los efectos y las causas, lo múltiple por lo uno y los fantasmas por la realidad. Lo que intenta explicar es cómo influye la educación, cuáles son los efectos de la educación.
Hay una salida, pero antes de llegar pude haber recaídas, uno se puede quedar en e primero o segundo estadio. Para evitarlo alguien tiene que obligar al prisionero. La educación es un reencuentro, con algo aprendido que en el momento de nacer se ha olvidado. El educador tiene que arrasar con las creencias, prejuicios del alumno. Se tiene que producir una “conversión” porque la educación es una violencia. Tiene que impedir que vuelva a sus prejuicios y le obligue a ir hacia delante.
En un momento el educador deja su labor de obligar y la persona sigue su camino sola que piense por sí mismo. Esta es la última etapa. El prisionero siempre esta tentado de pararse y volver a tras porque el mundo de sombras es sólido y conocido. Por eso es necesario que alguien le tire, le dé fuerza.
El educador no es solo un pedagogo, es un entusiasta debe tener un “terrible eros” para enseñar, ya que la educación es un reencuentro/choque con la realidad del discurso. Un discurso que al principio es diferente e incompresible, por eso hay el peligro de no querer continuar. Esa educación, la primera etapa, no es una etapa de calma y tranquilidad. Si nos quedamos solo en eso nos quedamos en un conocimiento empírico, que se da en la caverna, y si uno se queda ahí sin hacer ningún esfuerzo uno se queda sin conocer la realidad. Pero si no pasas por la primera etapa te quedas sin saber que es lo demás. Al saber esto puedes volver a tras o puedes continuar hacia delante, no puede paralizarse comprendiendo la insuficiencia de lo que él creía y quedar incapacitado de sustituirlo. Uno no se tiene que quedar en la etapa de los objetos fabricados que son diferentes según las épocas y la sociedad, la sociedad es algo convencional, esto no dignifica que todo sea arbitrario porque hay cosas menos justas que otras, hay valores más nobles. La diferencia está en quien tiene el poder, y quien tiene el saber. La convención es el conocimiento de la PISTIS (objetos fabricados y quien los lleva). La pistis es el mundo empírico de las cosas, manejo de las cosas y el prisionero no debe pararse ahí, debe continuar, el manejo empírico no le permite responder qué son las cosas. Sabe cómo funcionan, para qué sirve, pero no saben que son.
Como hay peligro en confundirlos objetos fabricados con la realidad, hay que volverse al fuego mismo sentir dolor y discernir lo que hay dentro, salir afuera, y a vez en el exterior será capaz de conocer la realidad. Saber que hay una causa única y necesaria y distinguir las “causas auxiliares”. Hay que forzar al prisionero de la caverna.
Cuando saga podrá alcanzar el sol por si mismo, verá los inteligibles mismos. Y por ello legara al conocimiento. Esto significa que lo bueno y a que fuente de dicha educación produce un cambio radical, cambia toda tu vida, tu actitud, tu forma de vivir, no solo que sabes más.
El cambio se da de dos maneras. No es lo mismo de la sombra a la luz que de luz a la sombra. En ambos casos hay una conmoción se toma conciencia de ser diferente el que ha salido se ve diferente al prisionero y el que entra a la caverna se ve diferente.
Cuando vuelve a entrar el que ha salido corre el riesgo de parecer algo ridículo.
Platón intenta explicar la inexperiencia de los filósofos al intervenir en la vida cotidiana. Los intenta disculpar. Se trata de ver que la vida reclama que haya un conocimiento de la verdad para resolver problemas. Quien conoce la verdad debe volver a la caverna.

Quien llega a ver el sol por si mismo verá los inteligibles puros y no tendrá necesidad de imágenes. El cambio ha sido costoso y difícil. Se llega a un feliz fin, el conocimiento es bueno y fuente de dicha. Platón indica que cuando la educación se lleva a cavo es un cambio radical, no solo en el conocimiento. Las consecuencias son dos:
De la tiniebla a la luz y de la luz a la tiniebla. En ambos casos se produce una conmoción, se toma conciencia de ser diferente a los prisioneros. El alcanzar el Bien se convierte en algo primordial y la vida del estudioso es una vida que no cambiarían por ninguna otra. El que sale tiene el riesgo de que al volver se le considere ridículo. Cuando plantea esto Platón es la inexperiencia de los filósofos y su incapacidad con los asuntos cotidianos, es una manera de intentar disculparlos.

LA HISTORIA DE SÍSIFO

La historia  de Sísifo, como obra literaria, es un extenso ensayo de Albert Camus, originalmente publicado en francés en 1942 como Le Mythe de Sisyphe.
Para esta lección sería útil si compartiéramos los pensamientos que guiaran al filósofo cuando escribiera esta obra tan parca:
Típico del pensamiento de Camus, mucha energía se dedica a los problemas de la validez de nuestras vidas, de lo aconsejable del suicidio y de la futilidad de todos nuestros anhelos.
El libro concluye con una discusión del mito de Sísifo, quien, de acuerdo a la mitologíagriega, fue castigado por toda la eternidad a empujar un peñón loma arriba, para que al lograr llegar a la cima lo vea desplomarse a la falda de la montaña para empezar de nuevo. Camus declara a Sísifo como el héroe ideal y absurdo y su castigo como representante de la condición humana:
Sísifo debe de luchar perpetuamente y lo hace sin esperanza de poder conquistar o vencer. Por tanto como el condenado acepte su destino resignado a que no hay nada más que puede hacer. Su vida se convierte en un conflicto absurdo y cuando esto realice más pronto encontrará su felicidad.
La leyenda de este personaje mitológico y su infinita agonía ha sido una alegoría de índole adecuada que, en el pasado, hemos utilizado para enfatizar el dilema de quienes dietan para remediar sus gorduras.
En seguida describimos el mito, ya que hemos resuelto a su descripción en muchas de nuestras ponencias referentes a la pérdida del sobrepeso:
En la mitología, Sísifo es el más astuto de los mortales y el menos escrupuloso. Era hijo de Eolo y fue fundador de Corinto, que por entonces se llamaba Éfira. Su leyenda cuenta con varios episodios. En el primero de éstos se cuenta que Autólico le robó sus rebaños, que fue a buscarlos y los pudo recuperar porque había tenido la precaución de grabar en las pezuñas de los animales su nombre. Pero, el mismo día en que Sísifo fue a reclamar lo que era suyo, se celebraba la boda de la hija de Autólico, Anticlea, en esta versión del drama, Sísifo seduce a Anticlea la cual concibió un hijo, Ulises. Pero, de acuerdo a otra versión fue el propio padre quien entrega su hija a Sísifo pues deseaba tener un nieto tan malicioso como el hombre que lo procreara.
Otro episodio cuenta que Zeus en uno de sus muchos devaneos y raptos. En este caso el rapto de Egina, hija de Aesopo, pasó por Corinto y fue avistado por Sísifo, mientras acarreaba su presa amorosa. Mientras esto sucediera, Sísifo, sabiamente, pretendería estar desapercibido de lo ocurrido.
Más tarde cuando el ultrajado padre, Aesopo, que era asimismo un dios-río, se presentara en Corinto en busca de la doncella, Sísifo se ofreció a contarle lo que sabía si, en retorno, éste hacía brotar una fuente en la ciudadela de la ciudad, a lo que el padre accedería.
Una vez se entera de ello Zeus, el dios de los dioses; lo fulmina con un rayo, su arma favorita, y precipita Sísifo al infierno, condenándolo a empujar eternamente una roca enorme hasta la cima de una pendiente. Para imponer más dureza a su sentencia, cuando la roca llegaba al tope volvía a caer y nuevamente tenía que subirla hasta lo alto, una y otra vez.
Este último castigo, sin embargo, tiene otra explicación en la mitología. Zeus, irritado por la denuncia de su rapto por parte de Sísifo envió al genio de la muerte, Tánatos, para que lo ultimara, pero Sísifo lo sorprendió y lo encadenó --- el resultado de esta trama es que mientras Tánatos estuvo preso ningún ser viviente murió, con el consiguiente trastorno del orden natural de las cosas.

LA HISTORIA DE SÍSIFO: BOLÍVAR, JOSÉ MARTÍ Y FIDEL CASTRO






Pero también existe el mito como absurdo, como trabajo despiadado y abrumador, tal el caso del mito de Sísifo entre otros tantos mitos griegos que actúan como prefiguraciones:
Sísifo era rey de Corinto. Un día por azar ve una gigantesca águila, mayor y más espléndida que cualquier ave mortal llevando una joven hacia una isla cercana. Cuando el rey de los ríos Aesopus le comunicó que su hija Aegina se la habían secuestrado y que sospechaba que era Zeus, le pidió que lo ayudara a buscarla. Sísifo le contó lo que había visto. Con lo cual se atrajo la tenaz furia de Zeus que lo envió al infierno. Allí se le castigó para siempre a empujar una roca hasta la cima de una montaña y ver que antes de llegar rodaba hasta el lugar de la partida. Tampoco ayudó a Aesopus. El dios de los ríos fue a la isla pero Zeus lo destruyó con un rayo. El nombre de la isla se le llamó Aegina en honor de la joven y su hijo Aeacus fue el abuelo de Aquiles, a quien se le llamó algunas veces Aeacides, descendiente de Aeacus.
Este mito podemos considerarlo como una metáfora de la vida contemporánea que abruma a los hombres, tal como a los antiguos héroes, a soportar duras pruebas, a estar dispuestos siempre como el castigo de Sísifo a volver a empujar montaña arriba una pesada roca. Pero igualmente es una metáfora del coraje para decir la verdad. El anterior mito ha sido reinterpretado a la luz de la filosofía existencial y del absurdo bella y agudamente por el escritor y filósofo Albert Camus en su libro El mito de Sísifo. En nuestro continente sigue siendo vigente en figuras como Bolívar, José Martí y en el presente un héroe indiscutible, Fidel Castro, todos ellos vieron derrumbarse una y otra vez sus grandes aspiraciones y cada vez que estuvieron a punto de cumplir una meta, fuerzas adversas manejadas por países y grupos poderosos frustraron sus más sus más nobles metas y debieron comenzar todo de nuevo.
El cristianismo
El cristianismo es una religión monoteísta (un solo dios) de orígenes semíticos que se basa en el reconocimiento de Jesús de Nazaret como su fundador y figura central. Sus seguidores creen que Jesús es el hijo de Dios, así como el Mesías (o Cristo) profetizado en el Antiguo Testamento, que murió para la redención de los pecados del género humano, y que resucitó tres días después de su muerte.
ORIGENES
EL Cristianismo se desarrollo en la edad media alta, Sus inicios datan de la primera mitad del Siglo I de la Era Cristiana. (Ya desde el siglo XX, algunos estudiosos no toman como fecha incontrovertible el año 33 d.C. para la muerte de Jesucristo. Sugieren que hay un desfase de 4 a 8 años entre el inicio del cómputo de la Era cristiana y la fecha precisa del nacimiento de Jesús de Nazaret, llamado Cristo.
El cristianismo en el imperio romano fue aceptado como la religión oficial por el emperador Otón y se le atribuye como una de las consecuencias que provoco la decadencia del imperio. A fines del siglo IV el cristianismo se transformara en la religión oficial del Imperio Romano.
En sus primeras décadas, el cristianismo era considerado como una doctrina sectaria más entre las tradiciones judías e israelitas, al igual que otros cuerpos de ideas y creencias de esa parte del mundo. Según un estudio que lleva como fecha el año 2005, habría más de 2.100 millones de cristianos, o cerca de un tercio de la población mundial, siendo la religión con más seguidores del mundo.
La palabra "cristianismo" proviene del griego  christianós, cristiano, la cual a su vez proviene del nombre propio  Christós, Cristo, traducción del hebreo "Mesías" que significa "Ungido".

Escrituras

Biblia Vulgata
Existe dentro del cristianismo una agrupación de libros en lo que se conoce como Biblia, que contiene texto sagrado para su consideración y obediencia. Las distintas denominaciones cristianas varían en cuanto a la forma de traducción e interpretación de dichas escrituras. El cristianismo es el nombre con que es conocida la santa religión fundada por Jesús, que tuvo por cuna la ciudad de Jerusalén, en Judea, en tiempos del emperador Tiberio

Constantino I

 

 

El emperador Constantino I fue, como los emperadores antes que él, el sacerdote superior de la religión mitraica. Sin embargo, también estaba interesado en crear unidad para facilitar el gobierno, y para hacer esto se involucró en la disputa entre grupos cristianos sobre el arrianismo, invocando el Primer Concilio de Nicea, este concilio produjo el Credo Niceno.
Constantino mitigó algunas diferencias entre el cristianismo ortodoxo y su principal competidor, la religión oficial del Sol Invictus. Por ejemplo, cambió la celebración del nacimiento de Jesús al 25 de diciembre, debido a que esta era la fecha de celebración del nacimiento de Mitra y Baco, así como la fecha de los festivales del solsticio de invierno tales como la Saturnalia. Además, Constantino instituyó el uso de símbolo Chi-Rho (Crismón), 

 

Finales de la Edad Media

  • Las Cruzadas
  • El movimiento conciliador
  • Humanismo cristiano
  • Fin del Imperio bizantino en 1453
  • Caza de brujas

América primitiva

  • Conquistadores
  • Santería, una fusión del catolicismo con tradiciones religiosas de África occidental traídas originalmente entre los esclavos.

Pintura paleocristiana

La pintura paleocristiana o latino-cristiana se desarrolló durante el Imperio romano, por lo que puede considerarse cronológicamente dentro de la pintura romana; sin embargo, por su temática y características, supone la iniciación de la pintura medieval.


La Última Cena de Leonardo Da Vinci (1498)
Autor Leonardo da Vinci (1452 - 1519) - Italia
Fecha 1495 - 1497
Estilo artístico Renacimiento italiano
Encargo Duque Ludovico Sforza (patrón del pintor)
Ubicación en la pared sobre la que se pintó originariamente, en el refectorio de la iglesia dominica de Santa María de las Gracias (Milán)
Técnica mural ejecutado al temple y óleo sobre dos capas de preparación de yeso extendidas sobre enlucido
Conservación mal estado. De 1977 a 1997 se ha estado restaurando y ha experimentado algunas mejoras
Biblia Juan 13, 21
Medidas 460 cm. de alto por 880 cm. de ancho

Siendo Roma el centro del cristianismo ya desde los comienzos de la Iglesia es fácil deducir que debía ser romano el arte de que se sirvieron los cristianos en los primero siglos para la manifestación de sus ideales. Para ello, adoptaron la pintura con preferencia a la escultura por ser aquélla de más fácil ejecución y por ofrecer menos semejanza con los ídolos del paganismo. Durante los primeros siglos se ocupó el pincel cristiano en decoraciones y pinturas simbólicas más que en verdaderas imágenes veneradas siguiendo la disciplina del arcano o del secreto que vedaba la manifestación pública de algunas verdades católicas y que llegó hasta suprimir la representación de toda imagen cuando las circunstancias lo exigieron como aparece por el famoso canon del Concilio de Elvira o Ilíberis.
La pintura paleocristiana se extiende hasta el siglo VI en que comienza el estilo bizantino. Con las influencias de éste se forma en Occidente el «latino-bizantino» que se llama románico desde el siglo XI. Pero en la segunda mitad del siglo XIII surge la restauración italiana con maneras que se dicen góticas para transformarse en perfecto renacimiento con mayor belleza de formas a partir del siglo XV.
Dentro del período paleocristiano cabe mencionar en primer lugar los frescos de las catacumbas y desde la paz de Constantino sus composiciones al mosaico y también el fresco de las basílicas. Unas y otras ofrecen un altísimo valor por parte de la idea que envuelven aunque por su técnica y ejecución artística disten generalmente de ser modelos.
Los asuntos de las composiciones pictóricas siempre sencillas en las catacumbas son por lo común bíblicos ya históricos ya simbólicos y rarísima vez se observa que se tome como símbolo algún motivo pagano a pesar de que los primitivos artistas debieron poseer una cultura naturalmente pagana y vivían en medio del paganismo que les suministraba formas y emblemas para revestir los nuevos conceptos cristianos. La pintura puramente decorativa se compone de motivos geométricos, de follaje y avecillas y geniecillos recordando a menudo las decoraciones pompeyanas del mejor gusto.
En cuanto al simbolismo cristiano que se manifiesta en dichas pinturas es de notar que debe su origen por lo menos al siglo II. Se extiende o desarrolla en el siglo siguiente y tiende a cesar desde el triunfo de Constantino, al mismo tiempo que va desapareciendo la disciplina del arcano la cual termina en el siglo VI.
Las más importantes y celebradas pinturas de las catacumbas se hallan en las de Santa Priscila donde se reconoce la primera imagen de la Santísima Virgen con el Niño y en las de san Calixto sobre todo en la bóveda de la cripta de Santa Cecilia y en las conocidas Cámaras de los sacramentos.
Desde la paz de Constantino, sin abandonar la pintura cristiana su procedimiento primitivo al fresco sobre estuco de polvo de mármol (y en algunos casos, al temple) en las catacumbas, criptas y oratorios e incluso en las basílicas se manifiesta espléndida en mosaicos, sobre todo, para decorar los ábsides de las basílicas y en miniaturas para iluminar códices preciosos.

Arquitectura del Cristianismo Primitivo

El arte cristiano primitivo, hasta el advenimiento del estilo románico en el siglo x, tiene dos épocas bien caracterizadas. La primera comprende el tiempo en que el Cristianismo se desarrolla clandestinamente bajo el imperio romano en el siglo III, realizando los fieles de la nueva doctrina sus reuniones en las catacumbas o cementerios subterráneos.

La segunda se desarrolla a partir del año 312, cuando Constantino declara al Cristianismo como religión del imperio y los cristianos pueden comenzar a construir sus templos a plena luz. Desde el primer momento el Cristianismo trae un nuevo concepto . El arte griego y romano tenían como base y finalidad la perfección y la armonía de las formas. El contenido de las realizaciones griegas o romanas estaba dado por el equilibrio de estas formas. El Cristianismo aporta un concepto nuevo. No es la forma su finalidad, sino que se sirve de ella para expresar un contenido de tipo místico y espiritual. El cristianismo descubre al hombre que tiene un alma no material, cuya finalidad es alcanzar la máxima perfección posible en la pureza, con el fin de poder llegar a unirse a Dios después de la muerte. Esta idea hace que el arte cristiano desprecie, en cierto modo, la perfección de la forma y busque sobre todo, intensidad de expresión intima en sus obras.
Las Catacumbas. Eran cementerios formados por oscuras y angostas galerías que daban lugar a una complicada red de pasillos poco practicables para quienes no los conocieran. La luz llegaba a ellas en algunos sitios desde lo alto, por lucernarios hábilmente abiertos. A los lados de las galerías se abrían con frecuencia cámaras llamadas cubículos, donde los cadáveres estaban enterrados en nichos, sarcófagos o en tumbas abiertas en el suelo. La reunión de varios cubículos daba lugar a las criptas.  (Fuente oficial del artículo: Enciclopedia CEAC del encargado de obras "historia de la arquitectura".)



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